domingo, 1 de noviembre de 2015

Sin título

Fue en La Cali cuando ya nos estábamos yendo.
No parecía un piedrero. Hasta me vio a los ojos antes de pedirme el celular. Era eso o un balazo en la frente.
Nunca vi la pistola.



Acababa de enviar un mensaje de buenas noches y Stefan a la par, terminaba de enrolar un puro que le costó dos rojos, cuando pasó. Se lo vendió Ramón, dos horas antes fuera de Area City.
Ramón sabe quién es Stefan, porque la familia de Stefan es familia mía, y Ramón es amigo de un primo que también fuma.
Stefan es de Holanda, sabe bien a qué huele, a qué sabe y cómo se siente la mota de verdad. Ramón no sabe eso, pero quiere darle la bienvenida con marihuana local, a cambio de algo de plata para poder devolverse a la casa en taxi.

Todo se dio como un trámite pasivo agresivo, como en una casa de empeños, pensé; solo que yo no me llevé nada a cambio.

Luego arranqué y lo buscamos, quería atropellarlo si lo encontraba, pero no lo encontré. Igual, no lo hubiera hecho, supongo que solo quería que Stefan viviera el cliché de la realidad urbana latina o algo así.

Yo era el guía turístico del mae esa noche. ¿Quién más le iba ofrecer algo así?
Que valieran la pena los quinientos mil colones que ya me estaba costando la salida.

Dando otra vuelta, encontramos de nuevo a Ramón, por Rafa's, con otros dos maes. Paré, le conté lo que pasó y me dijo que fuéramos a buscarlo, que si lo veían, él, Esteban y Fiasco (los otros dos maes), lo agarraban a pichazos  y después se le sentaban en la jupa; pero nunca dijeron nada del teléfono. Era una venganza por venganza, sin más, gente con ganas de algo que les diera autorización para golpear a un carepicha que lo mereciera.

Los monté, me los llevé, dimos vueltas en círculos hasta llegar a Luján mientras repetían lo mismo:
Mae, si lo encontramos lo agarramos a pichazos  y le majamos la jupa.

Levábamos rato en eso, ya luego andar en carro empezó a perder sentido y la conversación tomó otro tono. Íbamos todos más relajados, hasta que Ramón interrumpió:

-Fiasco, páseme mi teléfono.
-¿Cuál? Si usted a mí no me ha dado nada.

Gritaban mientras el otro mae, Esteban, intentaba calmarlos; por el retrovisor podía ver la cara deforme de Ramón, que aseguraba haberle dado el celular y Fiasco gritando más fuerte le decía que no, que no, que NO.
Stefan ni se inmutaba, sentado y mudo viendo hacia el frente, pensando muchas cosas y a gran velocidad en otro idioma.

Me desvié y manejé hasta San Francisco sin que nadie lo notara, la familia de Stefan es de ahí, Ramón también.
Esteban nunca logró parar la discusión, hacía las de un juez inútil sentado en el centro del asiento trasero, la posición más ridícula dentro un carro, se sea juez o no.

Por los moteles Fiasco aceptó que sí tenía el celular y pidió perdón, diciendo todo tipo de frases aprendidas, y Ramón solo silencio.

Me detuve frente a la casa donde se estaba quedando Stefan, todos se bajaron. Ramón primero y cruzó la calle.
Por el retrovisor no lo vi más.

miércoles, 29 de julio de 2015

Solo

Solo hay una cortina
siendo iluminada por el neón de la TV
esta noche

Solo un hombre fumando un cigarrillo
en ropa interior 
desde su balcón

A lo lejos suena
lo que pareciera un río
pero es la planta de tratamiento
del condominio

-el cubo de estuco
donde se agita la mierda
de la clase media aspiracional-

Cerca
el guarda de seguridad observa las cámaras
como si se tratara de un reality show

Pronto
se quedará dormido
y el pito de algún carro
lo despertará

Solo una chinga de cigarro
trazando una parábola imperfecta
hasta chocar contra
el adoquín

Solo un gato caminando
de arriba a abajo
buscándose a sí mismo

Solo una noche sucediendo
sin que nadie lo advierta

domingo, 26 de julio de 2015

Monstera Deliciosa

Mirás el mundo con los párpados caídos
movés tus manos
como las manos de tigre
que son agitadas por el viento
o la lluvia

Me gustan las plantas
decís
aprenderme sus nombres extraños
no soy de un lugar donde hayan muchas
mirá esta por ejemplo
aquí en este país está por todas partes
y nadie o casi nadie la mira
¿sabés cuál es el nombre?

Monstera deliciosa
en cámara lenta
para que se articule correctamente en tu boca

Sos el ser pequeño
que solo disfruta jugar
con gente grande
las garras de tigre
que buscan deformar
lo impenetrable

y te tirás en el zacate
en medio de una zona que no te pertenece
de un lugar peligroso
donde todos te miran tomar el sol

Luego despertás
y a mitad de párpado
encontrás la Monstera deliciosa
la mano de tigre
en tus garras de tigre
y pronunciás despacio
esas palabras que fueron escritas
para ser pasadas de labio en labio

Monstera deliciosa

Monstera deliciosa
decís

y esta vez nadie te mira.

lunes, 20 de julio de 2015

Orines II

Los orines salen disparados
hacia otra dirección sin que queramos
manchan nuestros zapatos
y esos pequeños puntos húmedos
caminan con nosotros
mientras vamos moviéndonos
sobre nuestras suelas

Pequeñas gotas residuales
que se evaporan
cuando entramos a los sitios más amados
y se extinguen
a medida que relatamos
los acontecimientos del día
cuando nos miramos
intermitentemente a los ojos

Una porción líquida de nosotros mismos
sobrevive cuando orinamos
la otra escapa velozmente
en efecto vórtice
a lugares mojados desconocidos
cuya agua será también evaporada
y depositada
en pequeñas gotas perseverantes
que prolongarán su vida un rato
sobre cerámicas frías
y gamuzas que se mueven entre el polvo.